Editora del Área de Lentes de contacto
Directora de Formación y Servicios Profesionales de Menicon LATAM
Sin duda alguna el uso de lentes de contacto (LC) condiciona ciertos cambios en la superficie ocular que, a mediano o largo plazo, pueden ocasionar algunas complicaciones oculares. Es importante dejar claro que una adaptación ideal, el uso responsable del LC y las indicaciones del profesional suponen un menor riesgo de complicaciones.
Las complicaciones dependen del tipo de lente de contacto, el uso y reemplazo del mismo; las más frecuentes se deben principalmente a un ojo seco inducido por LC, hipoxia, inflamación, infecciones corneales y reacciones de hipersensibilidad (alergia y toxicidad)
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Es fundamental que como profesionales de la salud visual conozcamos la naturaleza, epidemiología, manejo y tratamiento de las principales complicaciones.
En esta oportunidad hablaremos del ojo seco inducido por el LC. Gracias a la nueva generación de materiales, los lentes de contacto son cada vez más seguros, pero, ahora, deben ser cómodos y, a ser posible, deben poderse usar más horas con la misma comodidad que la que se experimenta recién puesto. Según la evidencia científica aproximadamente el 50% de los usuarios de LC presentan sensación de sequedad e incomodidad; síntomas que conllevan a un abandono total del LC.
En el momento de la adaptación de un LC se pueden producir cambios como: posible incremento de la evaporación de la lágrima, con un aumento de la osmolaridad lagrimal, cambio en pH y la temperatura, alteración del menisco lagrimal, disrupción de la capa de mucina sobre el epitelio corneal entre otros, factores que conllevan notablemente a un ojo seco inducido por LC.
Lo anterior conduce a una exhaustiva evaluación antes, durante y después de la adaptación, la lágrima sufre una alteración estructural importante donde puede verse comprometida la hidratación y humectabilidad del LC, evaluar profundamente la película lagrimal, en calidad y en volumen es la clave para poder así decidir el tipo de material del LC más adecuado para cada paciente, así como el régimen de uso y de reemplazo y el sistema de mantenimiento.
