
Marco M. Pardo Parra.
Optómetra U.L.S
Esp. Gerencia de la Calidad y Auditoría en Salud Universidad del Norte.
Gerente OPTICAS.COM.CO
Editor del Área de Optometría Laboral
La implementación de la inteligencia artificial (IA) en la salud visual está revolucionando el diagnóstico, tratamiento y prevención de enfermedades oculares. Entre los aspectos más destacados están:
- Diagnóstico más preciso: la IA puede analizar imágenes de retina y detectar enfermedades como glaucoma, retinopatía diabética y degeneración macular con alta precisión.
- Acceso a la atención en salud: en áreas rurales o con pocos especialistas, la IA permite realizar evaluaciones iniciales y derivar a los pacientes a tiempo.
- Personalización del tratamiento: los algoritmos de IA pueden predecir cómo responderá un paciente a ciertos tratamientos, optimizando los resultados.
- Educación y prevención: aplicaciones basadas en IA ayudan a educar a los pacientes sobre el cuidado visual y a monitorear su salud ocular.
La IA en la salud visual representa uno de los avances más prometedores en la medicina moderna, transformando la manera en que se diagnostican, tratan y previenen las enfermedades oculares. Este desarrollo tecnológico ha permitido mejorar la calidad de vida de millones de personas en todo el mundo, especialmente en comunidades con acceso limitado a especialistas.
Uno de los campos más destacados de aplicación de la IA en la salud visual es el diagnóstico temprano. Los algoritmos avanzados pueden analizar imágenes de la retina para detectar enfermedades como la retinopatía diabética, el glaucoma y la degeneración macular relacionada con la edad. Estos sistemas son capaces de identificar patrones y anomalías con una precisión comparable o, incluso, superior a la de los especialistas médicos. Esto no solo optimiza el tiempo de diagnóstico, sino que también permite iniciar tratamientos en las etapas más tempranas de las patologías, cuando las intervenciones son más efectivas.
Además, la IA está democratizando el acceso a la atención visual a través de herramientas portátiles y aplicaciones móviles. En áreas rurales o de difícil acceso, donde la presencia de profesionales de la salud es limitada, estas soluciones pueden realizar evaluaciones iniciales y recomendar el seguimiento adecuado. Esto resulta vital para reducir la carga global de enfermedades visuales que, si no se tratan a tiempo, pueden llevar a la ceguera.
Otro aporte significativo de la IA es la personalización de los tratamientos. Con el análisis de grandes cantidades de datos clínicos, los sistemas de IA pueden predecir cómo responderán los pacientes a determinados medicamentos o terapias, permitiendo diseñar planes de tratamiento más eficientes y ajustados a las necesidades individuales.
Estos sistemas no solo aumentan la precisión, sino que también optimizan el tiempo de consulta, permitiendo a los optómetras centrarse en el tratamiento y la interacción con el paciente.
La automatización de tareas repetitivas es otro beneficio clave. Con la ayuda de la IA, las consultas pueden incluir la generación de informes detallados basados en los resultados de las pruebas, el análisis de imágenes oculares y la recomendación de lentes según las necesidades del paciente. Esto no solo incrementa la eficiencia, sino que también reduce la carga administrativa de los profesionales, permitiéndoles dedicar más tiempo a la atención al paciente.
Finalmente, la IA también desempeña un papel crucial en la educación y la prevención. Mediante aplicaciones interactivas, los pacientes pueden aprender sobre hábitos saludables para cuidar su salud visual, así como realizar un monitoreo constante de su visión mediante dispositivos accesibles.
En conclusión, la IA está redefiniendo el panorama de la salud visual al ofrecer herramientas innovadoras que mejoran tanto el acceso como la calidad de los servicios en salud visual. Este avance, sin embargo, debe ir acompañado de una regulación ética y de la capacitación adecuada para los profesionales de la salud, garantizando que la tecnología se utilice de manera responsable y equitativa. El futuro de la Optometría en Colombia promete ser más inclusivo, accesible y tecnológicamente avanzado gracias a la inteligencia artificial.
Para soportar y regular este avance tecnológico el 3 de octubre de 2019 el Ministerio de Salud y protección Social de Colombia en su Resolución 2654 definió la Inteligencia artificial (“Artificial Intelligence”, o “AI”) como la simulación de procesos de inteligencia humana por parte de máquinas, especialmente sistemas informáticos. Estos procesos incluyen el aprendizaje (la adquisición de información y reglas para el uso de la información), el razonamiento (usando las reglas para llegar a conclusiones aproximadas o definitivas) y la autocorrección. Y el Sistema de inteligencia artificial como un sistema basado en máquinas que puede, para un conjunto de objetivos definidos por los humanos, hacer predicciones, recomendaciones o decisiones, influenciando ambientes virtuales o reales. Los sistemas de inteligencia artificial son diseñados para operar de acuerdo a niveles de autonomía.
A partir de ese momento se abrió la puerta a la implementación de este tipo de tecnología en la prestación de servicio de salud, particularmente lo que compete a la optometría en cuadrados en la norma, estableciendo disposiciones para la
telesalud y parámetros para la práctica de la telemedicina, definiendo categorías y demás elementos que conforman este proceso, generando una nueva modalidad para la Prestación de Servicios de Salud.




