En la adultez, se experimentan numerosos cambios fisiológicos y patológicos que, generalmente, conllevan un mayor grado de dependencia en las actividades diarias, así como en los ámbitos social y económico. Estos cambios, en particular en la esfera ocular, tienen implicaciones significativas, ya que las enfermedades relacionadas con la edad están en aumento. Esto se debe, en parte, al envejecimiento acelerado de la población mundial, resultado de la disminución en la tasa de nacimientos, lo que ha provocado un aumento en la proporción de personas mayores y, por ende, un incremento en la esperanza de vida. (1)
La catarata es la principal causa de discapacidad visual y ceguera a nivel global. Sin embargo, existen otras enfermedades asociadas al envejecimiento, como la degeneración macular relacionada con la edad (DMRE), el glaucoma y la retinopatía diabética (RD), las cuales presentan una alta prevalencia mundial. A medida que aumenta el envejecimiento de la población, estas afecciones tendrán un impacto cada vez mayor en la vida de los adultos mayores. (2) Además, estas condiciones simultáneas generan diversas adversidades, como la discriminación por edad, la falta de apoyo económico y el aislamiento social.
Sumado a esto, la capacidad funcional de las personas mayores tiende a disminuir, lo que da lugar a cambios drásticos en su calidad de vida y aumenta la incidencia de comorbilidades como el deterioro cognitivo, la depresión, la ansiedad, el riesgo de caídas, los accidentes automovilísticos, la necesidad de acompañamiento diario y la dependencia económica. (3,4)
Factores predisponentes
Las mujeres suelen vivir más tiempo que los hombres debido a una combinación de factores biológicos, laborales y hábitos de consumo. En el ámbito biológico, las mujeres enfrentan un mayor riesgo de envejecimiento, especialmente debido a los cambios hormonales. Por otro lado, los hombres están más expuestos a factores como las actividades laborales y el consumo de alcohol, tabaco y drogas, los cuales también afectan su envejecimiento.5 No obstante, ambos géneros han adoptado hábitos de vida similares, lo que ha generado un cruce de factores que impactan el envejecimiento de manera conjunta.
Los determinantes sociales desempeñan un papel fundamental en el proceso de envejecimiento, influyendo directamente en la salud, la calidad de vida y la esperanza de vida de las personas. Estos determinantes abarcan aspectos económicos, ambientales, culturales y el acceso a servicios de salud, los cuales pueden acelerar o retrasar el envejecimiento. A su vez, los factores cardiometabólicos, como la hipertensión, la diabetes y la obesidad, aceleran el deterioro celular y aumentan el riesgo de enfermedades crónicas, lo que reduce la esperanza de vida. (6,7)
La salud mental también tiene un impacto significativo en el bienestar físico, la calidad de vida y el envejecimiento, dado que una de las principales preocupaciones en la vejez es la pérdida de las funciones cognitivas, especialmente las relacionadas con el aprendizaje y la memoria. Un estado mental positivo puede reducir el riesgo de enfermedades crónicas y neurodegenerativas, que a menudo son generadas por el estrés, la depresión y la ansiedad. (7)
El consumo de alcohol, tabaco, la falta de ejercicio y la exposición solar sin protección aceleran el daño celular, afectando negativamente el sistema cardiovascular, el metabolismo y la piel, lo que contribuye al envejecimiento prematuro. Por otro lado, brindar recursos para fomentar la autonomía de los adultos mayores, como asistencia en tareas domésticas y cuidado personal, mejora su calidad de vida y mantiene su independencia. El ejercicio físico y una alimentación adecuada son fundamentales para prevenir enfermedades, reduciendo riesgos como enfermedades cardíacas, diabetes y obesidad, y retrasando la fragilidad. Una alimentación balanceada es crucial para un envejecimiento saludable, ya que la desnutrición y la obesidad aumentan con la edad, por lo que es esencial garantizar una ingesta adecuada de nutrientes, incluyendo proteínas, vegetales y agua, así como el uso de suplementos si es necesario. (6)
Claves para un envejecimiento saludable y activo
Para una vida larga y saludable son clave la actividad física, una buena alimentación, el descanso, la prevención de enfermedades y vínculos sociales activos. También se resalta la importancia de mantenerse productivo y conectado para el bienestar integral.
El apoyo socioemocional y la asistencia práctica mejoran la salud mental, la autonomía y la calidad de vida en adultos mayores. La actividad física y una dieta balanceada previenen enfermedades, reducen la fragilidad (9) y ayudan a evitar la desnutrición, recomendándose una ingesta adecuada de proteínas, vegetales y agua, con suplementos si es necesario.
Tecnología en la atención del adulto mayor
Se prevé un aumento en el número de adultos mayores con diversos grados de discapacidad, semi discapacidad y enfermedades crónicas. Estas personas requerirán servicios de salud y atención diaria. Los servicios médicos están diseñados para atender necesidades específicas, como consultas, prevención de enfermedades, diagnóstico, tratamiento, rehabilitación y cuidados paliativos, tanto para enfermedades agudas como crónicas. No obstante, se está experimentando un crecimiento en la demanda de atención médica para los adultos mayores, lo que hace crucial garantizar y desarrollar estrategias sostenibles e integrales que brinden un mejor apoyo a esta población. (10)
La tecnología representa una alternativa innovadora para la supervisión remota de la salud de manera confiable y objetiva. Esta posibilidad incluye dispositivos portátiles, sensores inteligentes para el hogar, relojes, pulseras, computadoras y gafas, que permiten evaluar el estado de salud mediante el registro de actividades diarias sin causar interrupciones ni incomodidades. Todo esto se logra a través de aplicaciones nuevas, cuyo objetivo es ofrecer una atención precisa, proactiva e integral a lo largo de la vida. Además, el uso de la inteligencia artificial, en combinación con estos dispositivos, permite incorporar información valiosa para la detección de anomalías. (11)
Por ejemplo, los robots de enfermería son dispositivos diseñados para asistir en el cuidado de personas con limitaciones. Son fundamentales para supervisar los riesgos en salud y brindar apoyo en aspectos físicos, cognitivos y emocionales, promoviendo el ejercicio funcional y facilitando las actividades diarias de los pacientes y sus familiares. (12)
En conclusión, la creciente población de adultos mayores representa un desafío para la sociedad, no solo en atención sanitaria, sino también en su bienestar integral. El envejecimiento trae consigo enfermedades crónicas, discapacidades y un deterioro físico y cognitivo, lo que requiere una atención médica especializada y accesible. En este contexto, la tecnología juega un papel fundamental al ofrecer soluciones para la atención remota, la monitorización de la salud y la mejora de la calidad de vida. Sin embargo, es necesario abordar los retos de integración de estas tecnologías, la capacitación de los profesionales de salud y la adaptación de los entornos para ser accesibles a los mayores.
Referencias
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Paola Durango Cartagena
Ana María Durango
Estudiantes V semestre de optometría, grupo de estudio Glaucoma, Universidad CES
