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ESTILOS DE VIDA Y SU RELACIÓN CON GLAUCOMA I PARTE

El glaucoma continúa siendo un tema prioritario de investigación, no solo por ser una de las principales causas de ceguera a nivel mundial, sino también por la complejidad de su fisiopatología. Aunque el abordaje terapéutico primario se basa en reducir la presión intraocular (PIO), diversos estudios han demostrado que este enfoque no siempre es suficiente. Muchos pacientes presentan progresión del daño glaucomatoso a pesar de mantener niveles adecuados de PIO. Por ello, se ha intensificado la búsqueda de blancos terapéuticos complementarios que contribuyan al control integral de la enfermedad. (1)

Junto al manejo clínico, ha cobrado creciente interés la identificación de factores protectores y cambios en el estilo de vida que puedan favorecer el control del glaucoma y reducir su progresión. Incluso, algunas de estas modificaciones podrían tener un rol de la prevención. En este contexto, Elhusseiny y Aref (2024) realizaron una revisión de la literatura científica con el fin de sintetizar la evidencia sobre la asociación entre diversas intervenciones relacionadas con el estilo de vida y factores ambientales en pacientes con glaucoma. (1)

Actividad física y glaucoma

La primera categoría analizada por los autores se refiere a la actividad física. Aunque aún no existe suficiente evidencia para establecer con claridad qué tipos o niveles específicos de ejercicio físico podrían considerarse protectores frente al glaucoma, se ha reportado que la actividad física moderada puede tener un impacto positivo en su progresión. Este efecto estaría relacionado principalmente con la reducción de la PIO y en la conservación de la función visual.

Por ejemplo, se ha descrito que correr o andar en bicicleta, además de sus beneficios para la salud general, podrían contribuir a disminuir el riesgo de progresión del daño glaucomatoso. Asimismo, caminar más de 10.000 pasos diarios o realizar al menos 2.5 horas de actividad no sedentaria al día se ha asociado con una menor tasa de pérdida del campo visual y con un menor adelgazamiento de la capa de células ganglionares (CCG) y plexiforme interna (CPI).

En línea con lo anterior, se ha descrito que las personas que acumulaban más de 10.524 pasos por día presentan una tasa de adelgazamiento de la CCG y CPI 0.22 µm por año menor que aquellas que registran menos de 6.925 pasos diarios, según el estudio de Berry y colaboradores (2023). Sin embargo, no todas las formas de ejercicio físico resultan beneficiosas o protectoras para los pacientes con glaucoma.

Un ejemplo llamativo es la natación: el uso de las gafas especiales para este deporte puede inducir aumentos significativos de la PIO, alcanzando incluso valores de hasta 48mmHg sostenidos durante 20 minutos posteriores a su uso. Además, se ha señalado que estas gafas podrán afectar negativamente la morfología y función de los blebs en la trabeculectomía. (1-3)

Técnicas de relajación y control de la pio

Elhusseiny y Aref (2024) también documentan que diversas técnicas de relajación, como la meditación, los ejercicios específicos para el relajamiento ocular y la visualización guiada o mental, representan una posible alternativa para contribuir a la reducción de la PIO.

Entre los mecanismos propuestos se destaca la estimulación de la liberación de óxido nítrico, que favorecería el drenaje del humor acuoso a través de la vía trabecular convencional. Además, estas prácticas podrían disminuir la actividad del sistema nervioso simpático, incrementar la actividad parasimpática y reducir los niveles de cortisol en sangre. Todo ello contribuiría a mitigar el estrés celular, con posibles efectos protectores sobre las fibras nerviosas. (1)

Estudios sobre los efectos de la meditación consciente o mindfulness (MM, por su sigla en inglés) han reportado que sesiones de 45 a 60 minutos, realizadas durante tres a seis semanas, contribuyen a una reducción significativa de la PIO en pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto (GPAA), como complemento del tratamiento médico. En comparación con pacientes que solo recibieron tratamiento farmacológico, las diferencias observadas en la reducción de la PIO fueron clínicamente relevantes.

En un metaanálisis reciente, Zaher y colaboradores (2024) concluyeron que la relajación autógena y la combinación de ejercicios oculares con visualización guiada pueden reducir la PIO tanto a corto como a largo plazo. (1,4,5)

Factores nutricionales y su influencia del glaucoma

Por su parte, Elhusseiny y Aref (2024) abordan otra categoría relevante: los factores nutricionales y su influencia en el glaucoma. En cuanto el papel de las vitaminas se ha sugerido que las vitaminas A, C y E podrían tener efectos neuroprotectores al reducir el riesgo de daño a las células ganglionares de la retina, sin depender del control de la PIO. Sin embargo, la evidencia actual no es concluyente; de hecho, continúa siendo controvertida, ya que no se han encontrado asociaciones sólidas entre el consumo de estas vitaminas y sus beneficios sobre el glaucoma. (1)

Por otro lado, algunos estudios respaldan que una mayor ingesta de frutas y verduras ricas en vitaminas A, C y carotenoides se asocia con menor riesgo de glaucoma, especialmente en mujeres afroamericanas. Entre tanto, estudios en modelos animales han mostrado que la nicotinamida, que es un derivado de la vitamina B3, posee propiedades neuroprotectoras. Además, se ha visto que el efecto de la nicotinamida oral combinada con piruvato sobre la función visual en pacientes con glaucoma, demuestra una mejora notable en la desviación estándar del patrón (PSD, por su sigla en inglés) en la campimetría, aunque no muestra otros cambios significativos en otros índices métricos del análisis del campo visual. Lo anterior muestra que se requiere mayor investigación para los hallazgos prometedores encontrados hasta el momento. (1,6)

Otro aspecto para considerar son los extractos herbales; por ejemplo, el extracto de Ginkgo biloba (EGB) una de las esencias herbales más estudiadas, ha sido reconocida por sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias. se sugiere que el EGB promueve la estabilización de la función mitocondrial, la mejoría en la circulación sanguínea, también ayuda a disminuir la viscosidad sanguínea y posiblemente tiene ofrece efectos neuroprotectores que conciernen en alto grado a los pacientes con glaucoma. Se ha visto prueba de ello en estudios con modelos animales, pero tampoco ha evidencia suficiente de estos efectos en humanos. En este sentido, el EGB merece más esfuerzos en investigación como complemento nutricional en el tratamiento del glaucoma. (1,7)

Otro extracto de origen herbal, los flavonoides, que han mostrado presencia en nutrientes como el chocolate oscuro, frutas cítricas y té, han demostrado propiedades neuroprotectoras y antiinflamatorias. Estas propiedades contribuyen en potencia a disminuir los efectos generados por el estrés oxidativo en el glaucoma. En un metaanálisis realizado por Patel y colaboradores (2015) mostró una mejoría significativa en la desviación media del campo visual con el uso de flavonoides, sin ningún efecto importante sobre la PIO. (1,8)

Con lo anterior se muestra el gran potencial protector de los factores nutricionales anteriormente mencionados. Por ello la investigación se dirige a identificar más compuestos cuya ingesta sea beneficiosa en pacientes con glaucoma. Por esto, también se han desarrollado estudios en componentes como las antocianinas que se encuentran en frutos del bosque como moras, arándanos y grosella negra, por su potencial papel en la modulación de los niveles de endotelina, un vasoconstrictor, favoreciendo así el flujo sanguíneo en la retina y el nervio óptico. (1)

 

Referencias

  1. Elhusseiny AM, Aref AA. Lifestyle modifications and environmental risk factors for glaucoma. Current Opinion in Ophthalmology. Lippincott Williams and Wilkins; 2024.
  2. Berry EC, Marshall HN, Mullany S, Torres SD, Schmidt J, Thomson D, et al. Physical Activity Is Associated With Macular Thickness: A Multi-Cohort Observational Study. Invest Ophthalmol Vis Sci. el 1 de marzo de 2023;64(3).
  3. Schiffman JS, Tang RA, Ulysses E, Dorotheo N, Singh SS, Bahrani HM. Bilateral ischaemic optic neuropathy and stroke after multiple bee stings. British Journal of Ophthalmology. diciembre de 2004;88(12):1596–8.
  4. Dada T, Mittal D, Mohanty K, Faiq MA, Bhat MA, Yadav RK, et al. Mindfulness meditation reduces intraocular pressure, lowers stress biomarkers and modulates gene expression in Glaucoma: A randomized controlled trial. J Glaucoma. el 1 de diciembre de 2018;27(12):1061–7.
  5. Zaher O, Kuchtaruk AA, McGinnis ES, Paunic M, Malvankar-Mehta MS. Effect of various relaxation techniques on the intraocular pressure of patients with glaucoma: systematic review and meta-analysis. Canadian Journal of Ophthalmology. el 1 de agosto de 2024;59(4):e343–9.
  6. De Moraes CG, John SWM, Williams PA, Blumberg DM, Cioffi GA, Liebmann JM. Nicotinamide and Pyruvate for Neuroenhancement in Open-Angle Glaucoma: A Phase 2 Randomized Clinical Trial. JAMA Ophthalmol. el 1 de enero de 2022;140(1):11–8.
  7. Guo X, Kong X, Huang R, Jin L, Ding X, He M, et al. Effect of ginkgo biloba on visual field and contrast sensitivity in Chinese patients with normal tension glaucoma: A randomized, crossover clinical trial. Invest Ophthalmol Vis Sci. el 26 de noviembre de 2013;55(1):110–6.
  8. Patel S, Mathan JJ, Vaghefi E, Braakhuis AJ. The effect of flavonoids on visual function in patients with glaucoma or ocular hypertension: a systematic review and meta-analysis. Vol. 253, Graefe’s Archive for Clinical and Experimental Ophthalmology. Springer Verlag; 2015. p. 1841–50.
  9. Li M, Wang M, Guo W, Wang J, Sun X. The effect of caffeine on intraocular pressure: A systematic review and meta-analysis. Graefe’s Archive for Clinical and Experimental Ophthalmology. marzo de 2011;249(3):435–42.
  10. Stuart K V., Madjedi K, Luben RN, Chua SYL, Warwick AN, Chia M, et al. Alcohol, Intraocular Pressure, and Open-Angle Glaucoma: A Systematic Review and Meta-analysis. Vol. 129, Ophthalmology. Elsevier Inc.; 2022. p. 637–52.
  11. Mahmoudinezhad G, Nishida T, Weinreb RN, Baxter SL, Eslani M, Micheletti E, et al. Impact of Smoking on Visual Field Progression in a Long-term Clinical Follow-up. Ophthalmology. el 1 de noviembre de 2022;129(11):1235–44.
  12. Marando CM, Chen TC. Evidence for Complementary and Alternative Therapies to Treat Glaucoma. Vol. 38, Seminars in Ophthalmology. Taylor and Francis Ltd.; 2023. p. 85–91.

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