HomeCONTROL MIOPÍAOrtoqueratología: una herramienta eficaz para el control de la miopía

Ortoqueratología: una herramienta eficaz para el control de la miopía

Departamento Editorial de Franja Visual

La miopía se ha consolidado como una de las principales preocupaciones de salud visual a nivel mundial. Las proyecciones indican que para el año 2050 aproximadamente la mitad de la población será miope. Más allá de la corrección óptica inmediata, la verdadera amenaza se encuentra en la progresión hacia miopía alta, asociada a riesgos significativos de discapacidad visual. (1)

En este escenario, la ortoqueratología (Orto-K) ha ganado terreno como una opción terapéutica eficaz y clínicamente respaldada.

Una epidemia global con múltiples causas

La miopía es una condición multifactorial influenciada por factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. El antecedente familiar es un predictor importante: cuando ambos padres son miopes, el riesgo de que sus hijos también lo sean puede alcanzar hasta un 70 %.

A esto se suman los hábitos de la vida moderna: largas horas en visión próxima, uso prolongado de dispositivos digitales —las llamadas cuevas digitales— y una marcada reducción del tiempo en exteriores. El Instituto Internacional de la Miopía recomienda al menos dos horas diarias de actividad al aire libre como medida preventiva clave.

Algunos especialistas incluso plantean que la miopía puede estar emergiendo como una adaptación evolutiva en un mundo dominado por tareas en visión cercana.

Ortoqueratología: mecanismo y eficacia

La Orto-K consiste en el uso nocturno de lentes de contacto rígidos permeables al gas que moldean temporalmente la córnea. De esta manera, el paciente logra independencia de gafas o lentes de contacto durante el día y, al mismo tiempo, se ralentiza la progresión de la miopía.

Su eficacia, reportada entre un 40 % y un 60 %, se explica por la teoría del desenfoque miópico periférico: al redistribuir el epitelio corneal, se logra que los rayos de luz periféricos se enfoquen por delante de la retina, enviando una señal biológica que frena el crecimiento axial del ojo.

La ortoqueratología está aprobada tanto por la FDA como por la Comisión Europea, lo que respalda su seguridad y eficacia cuando se aplica en pacientes seleccionados correctamente.

Selección del paciente: la clave del éxito

Más allá de la tecnología, el factor decisivo es la correcta selección del candidato.

Los criterios de inclusión incluyen progresión documentada de la miopía (más de 0,50 D en seis meses), graduaciones hasta aproximadamente -6,00 D, edades entre 7 y 9 años como rango ideal de inicio, motivación familiar, estilos de vida activos y compromiso con el seguimiento clínico.

Los criterios de exclusión abarcan córneas con parámetros no aptos, sospecha de queratocono, ojo seco severo, deficiencias de higiene, falta de compromiso en los controles, expectativas poco realistas o distancia geográfica que impida revisiones periódicas.

La honestidad profesional es esencial: saber decir “no” cuando el paciente no es candidato asegura la seguridad clínica y evita fracasos terapéuticos.

Un enfoque integral

La ortoqueratología no debe considerarse una solución aislada. Su efectividad se potencia al acompañarse de cambios en el estilo de vida, como la reducción del tiempo frente a pantallas, el aumento del tiempo en exteriores y la adopción de hábitos visuales saludables en la infancia.

Conclusiones

  • La ortoqueratología es un tratamiento efectivo y científicamente respaldado para ralentizar la progresión de la miopía.
  • La clave está en la selección cuidadosa del paciente y el compromiso familiar.
  • El rol del profesional exige ética y claridad en la indicación, priorizando siempre la seguridad sobre las presiones comerciales.
  • El control de la miopía debe integrarse en un enfoque global que combine intervención óptica, educación y hábitos de vida saludables.

La Orto-K, más que una técnica, representa una oportunidad para que los profesionales de la salud visual incidan en el futuro visual de una generación que enfrenta la epidemia de miopía más grande de la historia.

Referencia

Holden BA, Fricke TR, Wilson DA, Jong M, Naidoo KS, Sankaridurg P, Wong TY, Naduvilath TJ, Resnikoff S. Global Prevalence of Myopia and High Myopia and Temporal Trends from 2000 through 2050. Ophthalmology. 2016;123(5):1036–1042.

Este artículo está basado en un programa de IACLE donde Guillermo Carrillo, O.D. y David Barroso, O.D. compartieron criterios clave para decidir cuándo indicar Orto-K


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