
En los últimos años, el entorno laboral ha experimentado una transformación radical. El auge del teletrabajo, la digitalización acelerada y la cultura de la inmediatez han generado un fenómeno ampliamente extendido: la hiperconectividad. Esta conexión casi permanente a dispositivos digitales ha aportado beneficios indudables en términos de eficiencia y flexibilidad, pero también ha generado consecuencias silenciosas y acumulativas para la salud. Entre las más invisibilizadas se encuentra el impacto sobre la salud visual ocupacional, estrechamente relacionado con el incremento del estrés laboral y el síndrome de burnout.
Hoy, millones de trabajadores pasan gran parte de su jornada frente a pantallas. Una investigación reciente reveló que los empleados estadounidenses dedican en promedio 97 horas semanales conectados a pantallas, y un 68 % reporta síntomas de fatiga visual digital.1 Este fenómeno, también denominado síndrome visual informático, se caracteriza por síntomas como visión borrosa, sequedad ocular, fatiga, cefaleas y sensibilidad a la luz.2
Estas cifras no son exclusivas de países desarrollados. Un análisis comparativo global mostró que los sudafricanos pasan, en promedio, el 58,2 % de su día frente a una pantalla, el porcentaje más alto registrado en todas las naciones. En cuanto al uso de smartphones, los filipinos lideran con un 32,5 % del día, seguidos por Brasil (32,4 %) y Sudáfrica (31,5 %). América Latina también figura entre las regiones con mayor tiempo frente a pantallas: Brasil (2º), Argentina (4º), Colombia (5º), Chile (6º) y México (7º) se encuentran entre los diez primeros a nivel mundial.3 Estas cifras reflejan una tendencia mundial creciente hacia la dependencia digital, que plantea riesgos emergentes para la salud visual y mental.
La exposición prolongada a dispositivos digitales altera los mecanismos normales de parpadeo, enfoque y acomodación, provocando un desgaste ocular significativo. Cuando una persona trabaja frente a una pantalla durante horas, su frecuencia de parpadeo puede reducirse hasta en un 60 %, pasando de un promedio de 15 a solo 5 parpadeos por minuto.4,5 Esta disminución del parpadeo es especialmente problemática en ambientes laborales con aire acondicionado, que incrementan la evaporación lagrimal y contribuyen al síndrome de ojo seco.6
El sistema de acomodación ocular también se ve comprometido. El uso constante de pantallas cercanas, como monitores o laptops, obliga a mantener una acomodación prolongada sin descanso. Esto puede generar lo que se conoce como espasmo de acomodación.7 Trabajadores administrativos, desarrolladores de software o profesionales de diseño gráfico, que pasan entre 6 y 10 horas diarias enfocando objetos a una distancia fija, son particularmente susceptibles a esta disfunción.
Asimismo, otro aspecto crítico es la convergencia ocular. En trabajos que requieren lectura digital prolongada o la edición de documentos en pantalla, la convergencia mantenida puede causar fatiga muscular ocular, dolor retro ocular y visión doble temporal. Estudios en trabajadores de centros de atención al cliente mostraron que más del 40 % desarrollaba síntomas de astenopia visual (fatiga visual) luego de turnos de 6 horas frente a pantallas.8

Además, los reflejos pupilares y la adaptación a diferentes niveles de brillo también se ven afectados. El uso de pantallas en ambientes con iluminación deficiente o muy contrastada obliga a constantes ajustes pupilares, lo que provoca molestias, mareos e incluso fotofobia en usuarios sensibles. Este fenómeno es común en teletrabajadores que no cuentan con espacios bien iluminados o usan dispositivos en habitaciones oscuras, generando un desajuste entre la iluminación de la pantalla y el entorno visual.9
Desde el campo de la salud ocupacional, estos efectos han sido ampliamente documentados. El Instituto Nacional para la Seguridad y Salud Ocupacional (NIOSH, EE. UU.) reconoce el síndrome visual relacionado con pantallas como una de las principales causas de consulta en entornos de oficina, afectando hasta el 90 % de los usuarios intensivos de computadoras.10
ESTRATEGIAS DE PREVENCIÓN Y MANEJO
Ante esta prevalencia, es indispensable implementar medidas para la detección y prevención temprana de las alteraciones visuales vinculadas a la sobreexposición digital. Las evaluaciones oftalmológicas periódicas deben integrarse en los programas de salud ocupacional, especialmente en trabajadores con jornadas digitales prolongadas. Herramientas validadas como el cuestionario de síndrome visual informático (CVS-Q) permiten identificar síntomas precoces de fatiga visual.8 La instalación de estaciones de trabajo ergonómicas, el uso de iluminación adecuada y pantallas con filtros antirreflejo son medidas básicas, pero cruciales.
Aunque la regla 20-20-20 ha sido ampliamente promovida como una estrategia para mitigar la fatiga visual digital, investigaciones recientes señalan que no existe evidencia científica concluyente que respalde su efectividad.11 En su lugar, se recomienda implementar medidas más integrales, como pausas visuales estructuradas cada hora o cada dos horas, preferiblemente acompañadas de movimiento físico para aliviar la fatiga musculoesquelética asociada. Asimismo, ajustes ergonómicos, una adecuada iluminación ambiental y el control del brillo de las pantallas constituyen intervenciones más fundamentadas y eficaces.12
A nivel organizacional, fomentar una cultura de bienestar visual y digital es una necesidad obligatoria. Esto implica limitar la duración de reuniones virtuales, evitar la multitarea digital constante, capacitar a los empleados sobre higiene visual e incluso implementar políticas de desconexión digital fuera del horario laboral.13,14 Las empresas que han adoptado estas medidas reportan una reducción en los síntomas de fatiga visual y una mejora en la productividad sostenida.
HIPERCONECTIVIDAD, ESTRÉS Y BURNOUT
La hiperconectividad implica no solo un exceso de estímulos visuales, sino también una cultura de disponibilidad permanente. Muchos empleados sienten la presión de responder correos o notificaciones incluso fuera del horario laboral, lo que favorece el estrés crónico y el burnout. Según la Organización Mundial de la Salud (2019), el burnout es un “fenómeno ocupacional” que se manifiesta a través de agotamiento emocional, distanciamiento mental del trabajo y disminución del rendimiento profesional. A largo plazo, esta condición impacta no solo en el estado anímico, sino también en la salud física, incluyendo el sistema visual.
De hecho, diversos estudios han documentado que el burnout puede presentarse con síntomas psicosomáticos oculares, como visión doble, fotofobia o sensación de presión ocular, incluso en ausencia de hallazgos oftalmológicos objetivos.15 Estas manifestaciones se explican por la conexión neurofisiológica entre el sistema límbico (responsable de las emociones) y las áreas del cerebro que procesan estímulos visuales.16,17

El impacto visual de la hiperconectividad también se ve reflejado en el descenso del rendimiento laboral. Datos de la American Optometric Association (2024)12 sugieren que los trabajadores que experimentan síntomas de fatiga visual digital presentan un 27 % menos de productividad en tareas cognitivas complejas, y tienden a ausentarse más frecuentemente por molestias físicas. Esta pérdida de rendimiento, a menudo subestimada, afecta tanto a trabajadores como a empresas, generando un círculo vicioso de sobrecarga laboral, estrés y deterioro del bienestar general.
Uno de los elementos más preocupantes es que la mayoría de los trabajadores no toma pausas visuales adecuadas. En contextos de alta demanda, es común que se acumulen horas frente a la pantalla sin descanso, lo que agrava los síntomas visuales y musculoesqueléticos. A esto se suma que muchos espacios de teletrabajo no cumplen con estándares de ergonomía visual: iluminación deficiente, monitores mal posicionados, o uso prolongado de dispositivos en la cama o en ambientes oscuros.18,19
Otro factor crucial es la alteración del sueño. La exposición a la luz azul de las pantallas en horarios nocturnos interfiere con la producción de melatonina, lo que afecta el ciclo circadiano y reduce la calidad del descanso.20,21 Esto impide la recuperación visual nocturna, incrementando la fatiga ocular acumulativa durante el día siguiente.
ABORDAJE INTEGRAL
Desde la perspectiva ocupacional, el deterioro de la salud visual por estrés y sobreexposición digital debe ser abordado de forma integral. El modelo de demandas y recursos laborales (JD-R), ampliamente validado en el campo de la psicología organizacional, sostiene que cuando las demandas laborales exceden los recursos disponibles, se genera un desequilibrio que puede conducir al agotamiento físico y emocional.22,23 En este escenario, el ojo se convierte en una de las primeras víctimas del desequilibrio.
Una herramienta útil para la detección temprana del agotamiento laboral es el cuestionario Maslach Burnout Inventory (MBI), considerado el instrumento más ampliamente utilizado y validado para evaluar el síndrome de burnout en contextos ocupacionales.24 Esta escala mide tres dimensiones clave: agotamiento emocional, despersonalización y realización personal, permitiendo identificar de forma estructurada el nivel de desgaste que experimenta un trabajador. En entornos digitales, donde la sobreexposición a pantallas puede amplificar el agotamiento mental y visual, el uso periódico del MBI puede facilitar la identificación de casos en riesgo y orientar intervenciones preventivas específicas. Incluir esta herramienta en los exámenes ocupacionales o como parte de las encuestas internas de clima laboral representa una medida costo-efectiva para anticiparse al deterioro del bienestar general y visual en entornos de alta demanda tecnológica.
Mantener una distancia ergonómica respecto a la pantalla y adecuar el nivel de iluminación también son estrategias recomendadas.25 Además, realizar pausas activas cada 1-2 horas, que incluyan descanso visual y estiramiento corporal, puede mejorar significativamente la comodidad durante la jornada laboral.
En el ámbito organizacional, es clave que se fomente una cultura del bienestar digital. Esto implica establecer límites claros al uso de la tecnología fuera del horario laboral, reducir la cantidad de reuniones virtuales innecesarias, ofrecer formación sobre salud visual y ergonomía, e incluir evaluaciones periódicas de salud ocular como parte del programa de salud ocupacional.13,14
Por último, también debe considerarse el rol de los factores individuales de vulnerabilidad. Personas con alta sensibilidad sensorial, baja tolerancia a la ambigüedad o dificultades de autorregulación emocional son más propensas a experimentar síntomas intensos de fatiga visual y burnout. 26,27 Identificar estos perfiles puede ser útil para desarrollar intervenciones preventivas personalizadas.
CONCLUSIONES
La salud visual ocupacional se ve fuertemente afectada por la hiperconectividad, el estrés crónico y el burnout. La visión, como sentido principal en la mayoría de las tareas laborales, es particularmente vulnerable a los cambios en el entorno digital. Ignorar estos efectos puede tener consecuencias no solo para la salud individual, sino también para la productividad, la calidad del trabajo y el bienestar organizacional. Ante este nuevo escenario laboral, promover prácticas saludables de uso de pantallas, fomentar la desconexión digital y priorizar el bienestar visual debe ser una responsabilidad compartida entre trabajadores, empleadores y profesionales de la salud.
REFERENCIAS
-
REFERENCIAS
- VSP & Workplace Intelligence. (2025). Digital health and productivity report.
- Sheppard, A.L., & Wolffsohn, J.S. (2018). Digital eye strain: prevalence, measurement and amelioration. BMJ Open Ophthalmology, 3(1), e000146.
- DataReportal. (2024). Digital 2024 Global Overview Report.
- Schlote T, Kadner G, Freudenthaler N. Marked reduction and distinct patterns of eye blinking in patients with moderately dry eyes during video display terminal use. Graefes Arch Clin Exp Ophthalmol. 2004 Apr;242(4):306-12. doi: 10.1007/s00417-003-0845-z. Epub 2004 Jan 28. PMID: 14747951.
- Tsubota, K., & Nakamori, K. (1993). Dry eyes and video display terminals. New England Journal of Medicine, 328(8), 584.
- Rosenfield, M. (2011). Computer vision syndrome: A review of ocular causes and potential treatments. Ophthalmic and Physiological Optics, 31(5), 502-515.
- Salvagioni DAJ, Melanda FN, Mesas AE, González AD, Gabani FL, Andrade SM. Physical, psychological and occupational consequences of job burnout: A systematic review of prospective studies. PLoS One. 2017 Oct 4;12(10):e0185781. doi: 10.1371/journal.pone.0185781. PMID: 28977041; PMCID: PMC5627926.
- Seguí, MdelM. et al. (2015). The CVS-Q questionnaire for detecting computer vision syndrome. Ophthalmic and Physiological Optics, 35(5), 565-574.
- Portello JK, Rosenfield M, Bababekova Y, Estrada JM, Leon A. Computer-related visual symptoms in office workers. Ophthalmic Physiol Opt. 2012 Sep;32(5):375-82. doi: 10.1111/j.1475-1313.2012.00925.x. Epub 2012 Jul 7. PMID: 22775070.
- NIOSH. (2016). Occupational hazards in office environments.
- Johnson S, Rosenfield M. 20-20-20 Rule: Are These Numbers Justified? Optom Vis Sci. 2023 Jan 1;100(1):52-56. doi: 10.1097/OPX.0000000000001971. Epub 2022 Dec 6. PMID: 36473088.
- American Optometric Association (AOA). (2024). The impact of unmanaged excessive Screen time in the United States
- International Labour Organization. (2021). Managing digital overload at work.
- World Economic Forum. (2023). Digital wellbeing and workforce productivity.
- Sabel BA, Wang J, Cárdenas-Morales L, Faiq M, Heim C. Mental stress as consequence and cause of vision loss: the dawn of psychosomatic ophthalmology for preventive and personalized medicine. EPMA J. 2018 May 9;9(2):133-160. doi: 10.1007/s13167-018-0136-8. PMID: 29896314; PMCID: PMC5972137.\
- Shanafelt TD, Hasan O, Dyrbye LN, Sinsky C, Satele D, Sloan J, West CP. Changes in Burnout and Satisfaction With Work-Life Balance in Physicians and the General US Working Population Between 2011 and 2014. Mayo Clin Proc. 2015 Dec;90(12):1600-13.
- Ortiz-Peregrina, S., Ortiz, C., Casares-López, M., Martino, F., Granados-Delgado, P., & Anera, R. G. (2023). The Relationship between Anxiety, Visual Function, and Symptomatology in University Students. Journal of Clinical Medicine, 12(20), 6595. https://doi.org/10.3390/jcm12206595
- de Macêdo TAM, Cabral ELDS, Silva Castro WR, de Souza Junior CC, da Costa Junior JF, Pedrosa FM, da Silva AB, de Medeiros VRF, de Souza RP, Cabral MAL, Másculo FS. Ergonomics and telework: A systematic review. Work. 2020;66(4):777-788. doi: 10.3233/WOR-203224. PMID: 32925139.
- Lissak, G. (2018). Adverse physiological and psychological effects of screen time on children and adolescents: Literature review and case study. Environmental Research and Public Health, 15(11), 2359.
- Chang, A.M. et al. (2015). Evening use of light-emitting eReaders negatively affects sleep, circadian timing, and next-morning alertness. PNAS, 112(4), 1232–1237.
- Singh S, Keller PR, Busija L, McMillan P, Makrai E, Lawrenson JG, Hull CC, Downie LE. Blue-light filtering spectacle lenses for visual performance, sleep, and macular health in adults. Cochrane Database Syst Rev. 2023 Aug 18;8(8):CD013244. doi: 10.1002/14651858.CD013244.pub2. PMID: 37593770; PMCID: PMC10436683.
- Bakker, A. B., & Demerouti, E. (2007). The Job Demands-Resources model: State of the art. Journal of Managerial Psychology, 22(3), 309–328. https://doi.org/10.1108/02683940710733115
- Sara Gonçalves, Rita S. Matos, Comprender la fatiga emocional: revisión sistemática de sus causas, consecuencias y estrategias de afrontamiento, Enfermería Clínica,2025,502190,ISSN 1130-8621,https://doi.org/10.1016/j.enfcli.2025.502190.
- Maslach, C., Jackson, S.E., & Leiter, M.P. (2001). Maslach Burnout Inventory Manual (3rd ed.).
- Emerson S, Emerson K, Fedorczyk J. Computer workstation ergonomics: Current evidence for evaluation, corrections, and recommendations for remote evaluation. J Hand Ther. 2021 Apr-Jun;34(2):166-178. doi: 10.1016/j.jht.2021.04.002. Epub 2021 Apr 14. PMID: 34030954
- Kaur K, Gurnani B, Nayak S, Deori N, Kaur S, Jethani J, Singh D, Agarkar S, Hussaindeen JR, Sukhija J, Mishra D. Digital Eye Strain- A Comprehensive Review. Ophthalmol Ther. 2022 Oct;11(5):1655-1680. doi: 10.1007/s40123-022-00540-9. Epub 2022 Jul 9. PMID: 35809192; PMCID: PMC9434525.
- Chellappa SL. Individual differences in light sensitivity affect sleep and circadian rhythms. Sleep. 2021 Feb 12;44(2):zsaa214. doi: 10.1093/sleep/zsaa214. PMID: 33049062; PMCID: PMC7879412.




