Con el comportamiento de los defectos refractivos en los infantes, siempre se ha buscado la manera de identificar oportunamente el valor necesario para no interrumpir el desarrollo normal del ojo y la visión del niño. En el caso de una población en riesgo específica, que son los niños prematuros, se ha descrito que los bebés prematuros son particularmente susceptibles a los errores refractivos. (1,2)
Estos niños presentan generalmente un desarrollo ocular más lento porque nacen antes de completar su crecimiento en el período intrauterino. Incluso si no presentan retinopatía de la prematuridad (ROP, por su sigla en inglés), factores como la falta de oxígeno, episodios de asfixia o un crecimiento gestacional menor pueden alterar el proceso normal de formación del órgano visual. Por esto, estos niños han presentado defectos refractivos como miopía, astigmatismo o anisometropía. Por otra parte, se ha reportado mayor frecuencia de estrabismo y ambliopía en esta población. (1–3)
La atención sobre entender el comportamiento de los estados refractivos en niños prematuros aumenta al conocer que los parámetros físicos de estos niños como la edad gestacional (EG) y el peso al nacer (PN), influyen significativamente en la evolución ocular del infante. De hecho, se ha descrito también que el PN puede tener mayor peso en esta relación prematuridad-estado refractivo, que otros parámetros. Sin embargo, existe mucho por descubrir.(1–4)
Aunque la mayoría de las investigaciones sobre la frecuencia de alteraciones visuales en la infancia se han enfocado en bebés prematuros con diferentes niveles de ROP, aún no se sabe con certeza si el simple hecho de nacer antes de tiempo puede influir en el desarrollo temprano de estos errores refractivos. Aunque la ROP representa amenazas importantes por los daños a nivel retinal y sus consecuencias en la función visual, también debe prestarse atención en la identificación de la evolución del estado refractivo en niños prematuros que no desarrollan ROP porque siguen presentes factores de desarrollo menor al de niños sanos nacidos a término. Sin embargo, es necesaria evidencia clínica al respecto. (1)
Bajo este contexto, Huo, Jia, y Li (2025) realizan un estudio con el objetivo de evaluar las diferencias en el error refractivo entre bebés prematuros sin ROP y bebés nacidos a término, así como analizar la relación entre los parámetros físicos al nacer y el estado refractivo en los bebés prematuros. El estudio utilizó un enfoque estadístico sólido para comparar a los bebés prematuros sin retinopatía de la prematuridad (ROP) con aquellos nacidos a término. (1)
Para cumplir el propósito los autores realizan un estudio con diseño metodológico de corte transversal en una población de 1205 niños, donde se excluyeron antecedentes de catarata congénita, glaucoma, tumores oculares, estrabismo, ptosis, y, por supuesto ROP. Lo anterior con el fin de evaluar con mayor precisión la relación entre el nacimiento prematuro y el error refractivo. En cuanto a las variables clínicas, la valoración del estado refractivo se realizó bajo cicloplejia. En el protocolo de esta prueba, los autores aplicaron tres gotas de tropicamida al 1% con intervalos de 10 minutos. En caso de no ver respuesta al fármaco, se optó por administrar una cuarta gota. (1)
En cuanto a los parámetros antropométricos y al nacimiento se incluyeron la EG, PN, y longitud al nacer (LN), registrándose el PN con una báscula electrónica que proporciona una precisión de 10 g. La LN se determinó con un infantómetro que proporciona una precisión de 0,1 cm. Es importante resaltar que se consideraron a término los bebés con EG ≥ 37 semanas y prematuros aquellos con EG < 37 semanas; el bajo peso al nacer se definió como PN ≤ 2500 g.(1)
Los resultados indicaron que los bebés prematuros sin ROP presentan, en general, valores más bajos del equivalente esférico medio (MSE, por su sigla en inglés) en comparación con los bebés nacidos a término en todos los grupos de edad, lo que sugiere una menor hipermetropía o una tendencia hacia la emetropía o la miopía. A pesar de ello, los bebés prematuros mostraron una mayor prevalencia de errores refractivos, especialmente de astigmatismo, así como una frecuencia más alta de emetropía, lo que evidencia una mayor variabilidad en su desarrollo refractivo.(1)
Se observaron diferencias significativas en el MSE entre los grupos a los 12 y 18 meses; sin embargo, dichas diferencias no fueron estadísticamente significativas, lo que sugiere que otros factores pueden influir en el desarrollo refractivo. Los autores resaltan que PN es un factor clave en la predicción del estado refractivo, ya que un mayor PN se asocia con valores más bajos de MSE interpretada en términos de menor hipermetropía o mayor miopía. Los autores también destacan que la LN también mostró una correlación negativa débil, pero no tan concluyente como el PN como un indicador más confiable para predecir los resultados refractivos.(1)
También es importante destacar que los autores no encontraron una correlación significativa entre la EG y el MSE, lo que podría deberse a la relativamente alta EG de los bebés prematuros incluidos en el estudio: Esto es particularmente importante frente a estudios que sugieren una influencia de la EG en el desarrollo refractivo. En conclusión, el nacimiento prematuro parece influir en el desarrollo refractivo temprano, siendo parámetros físicos como el PN indicadores útiles en su evaluación.(1)
Por lo tanto, la conclusión de los autores es que los bebés prematuros sin ROP presentan valores más bajos de MSE y una mayor frecuencia de errores refractivos, especialmente astigmatismo, en los primeros meses de vida. Además, un mayor peso al nacer se asocia con menor hipermetropía o con una tendencia hacia la miopía, lo que indica que los parámetros físicos al nacer son factores clave para predecir el desarrollo refractivo entre los 1 y 18 meses de edad. Todos estos datos proporcionarán al profesional más herramientas para monitorear a sus pacientes prematuros. (1)
Referencias
1. Huo L, Jia X, Li C. Refractive error in preterm infants without retinopathy of prematurity aged 1–18 months: A propensity score matching analysis. J Optom. el 1 de julio de 2025;18(3).
2. Uprety S, Morjaria P, Shrestha JB, Shrestha GS, Khanal S. Refractive Status in Nepalese Pre-Term and Full-Term Infants Early in Life. Optometry and Vision Science. el 1 de octubre de 2017;94(10):957–64.
3. Pétursdóttir D, Holmström G, Larsson E. Refraction and its development in young adults born prematurely and screened for retinopathy of prematurity. Acta Ophthalmol. el 1 de marzo de 2022;100(2):189–95.
4. Huang CY, Tou SI, Lin HJ, Yen HR. Risk of long-term ophthalmological complications in Taiwanese preterm infants: a nationwide cohort study. BMJ Paediatr Open. el 28 de noviembre de 2024;8(1).



