Artículo adaptado de la revista MAFO, edición 05/2025, por el departamento editorial de Grupo Franja.
La innovación significa más que un valor: se trata de dar forma al futuro de la fabricación de lentes oftálmicos. Para guiar a la industria hacia flujos de trabajo más inteligentes y conectados, es necesario cuestionar permanentemente las convenciones. Un ejemplo es un elemento de la producción que, durante décadas, ha permanecido prácticamente inalterado: la boleta en papel o job ticket. Estos documentos impresos han acompañado cada trabajo en los laboratorios de lentes, desde la prescripción hasta el par de gafas terminado. Sin embargo, en una era marcada por la automatización, la integración del internet de las cosas (IoT, por su sigla en inglés) y el manejo de datos en tiempo real, la boleta en papel ya no responde a las exigencias actuales. Es momento de repensar su función y explorar alternativas digitales que construyan el laboratorio del mañana.
En todos los laboratorios ópticos del mundo, la boleta transporta información específica del trabajo, instrucciones y actualizaciones de estado a lo largo de cada etapa de producción. Su simplicidad y el carácter físico del papel la han convertido en una herramienta confiable, pero en entornos de manufactura modernos esa misma simplicidad se transforma en un cuello de botella.
El flujo actual en los laboratorios ópticos
La producción de lentes es un proceso de múltiples pasos —bloqueo, tallado, recubrimiento, limpieza, biselado e inspección— cada uno con dependencias, tiempos y tolerancias específicos. La coordinación precisa entre máquinas, operadores y sistemas de seguimiento es indispensable para mantener la eficiencia, la calidad y la exactitud.
A pesar de que los equipos de fabricación han evolucionado y los sistemas MES (Manufacturing Execution Systems) y LMS (Lab Management Systems) se han fortalecido, la boleta en papel sigue siendo estática. No se adapta ni comunica en tiempo real y no aprovecha las posibilidades de conectividad y automatización que demandan los laboratorios modernos.
La boleta en papel: un sistema confiable, pero obsoleto
Las limitaciones son claras:
- Requiere trabajo manual extra y duplicación de datos, con riesgo de errores humanos.
- No ofrece seguimiento en tiempo real, lo que dificulta la gestión ágil ante cancelaciones o cambios de órdenes.
- Acumula demasiada información impresa desde el inicio, volviéndose difícil de leer.
- Genera complejidades al agrupar trabajos y retrasa la identificación visual de cada orden en producción.
- Supone un mayor consumo de recursos y una huella ecológica significativa.
La alternativa digital
En Satisloh se están desarrollando tecnologías que reemplazan totalmente el seguimiento en papel, no solo replicando su rol, sino ampliándolo:
- RFID: chips integrados en las bandejas de trabajo permiten identificar y rastrear los lentes en cada máquina sin necesidad de escaneo físico.
- Etiquetas electrónicas (ESL): como las E-Ticket Tags, muestran el estado de los trabajos, alertas de prioridad y actualizaciones en vivo.
- Pantallas dinámicas: tablets o monitores sincronizados con el sistema muestran siempre la información más reciente.
- Interfaces HMI: conectan máquinas, software, operadores y datos en un solo tablero centralizado, optimizando todo el flujo de trabajo.
El impacto de digitalizar los laboratorios ópticos
Migrar a un sistema digital no es solo un cambio tecnológico, es una estrategia para aumentar productividad y competitividad. Los beneficios son múltiples: mayor eficiencia operativa, reducción de tiempos muertos y errores, menores costos en materiales y mano de obra, trazabilidad en tiempo real y mayor satisfacción del cliente gracias a entregas más rápidas y confiables.
Preparando el laboratorio del futuro
Un flujo de trabajo sin papel es clave para integrar IoT, análisis en la nube y automatización avanzada. La implementación puede hacerse en fases, evitando interrupciones, y con interfaces intuitivas que reducen la resistencia al cambio.
La transformación digital no consiste únicamente en eliminar el papel: es crear un ecosistema donde cada parte del flujo —desde el primer escaneo hasta la inspección final— esté conectada, sea eficiente e inteligente.
Conclusión
Las boletas en papel fueron durante mucho tiempo la columna vertebral de la producción de lentes, pero hoy se han convertido en un obstáculo. El sistema E-Ticket surge como la alternativa capaz de reemplazarlas, aportando eficiencia, sostenibilidad y transparencia sin interrumpir la producción.
Más que una actualización, se trata de una evolución necesaria para mantenerse competitivo en un mercado en constante movimiento. Al adoptar estas innovaciones, los laboratorios no solo mejoran su operación, sino que construyen un futuro más inteligente y conectado para toda la industria.
*Imagen generada por inteligencia artificial.




