HomeLentesEfecto de la distancia al vértice en la adaptación de lentes oftálmicos

Efecto de la distancia al vértice en la adaptación de lentes oftálmicos

En la adaptación de lentes oftálmicos, sin importar su tipo o diseño, la distancia al vértice —entendida como la separación entre la cara posterior del lente y el ápice corneal (la zona más curva de la córnea)— constituye un parámetro óptico fundamental para lograr una adaptación adecuada, especialmente cuando el valor dióptrico de la fórmula es alto. Es esencial recordar que la distancia utilizada durante la refracción es la misma a la cual hay que adaptar y ubicar el lente, para así obtener los resultados alcanzados en consulta. Aunque en graduaciones bajas, la influencia de este parámetro es menos notoria por parte del paciente; sin embargo, para fórmulas altas incluso un cambio entre 1 o 2 milímetros modifica en forma significativa el poder efectivo del lente, con repercusiones sobre la calidad visual, el campo y la satisfacción visual reportada por el paciente.

En la práctica clínica, la distancia al vértice oscila entre 12 y 14 milímetros, por lo que habitualmente se trabaja con un valor promedio de 13 mm durante la refracción con forópter, montura de pruebas, reglillas esquiascópicas y lentes sueltos de la caja de pruebas. Por lo tanto, esta distancia debe replicarse en las en monturas convencionales para corrección oftálmica. No obstante, en el caso de monturas deportivas, de seguridad o de alta curvatura, esta distancia puede incrementarse, lo que exige un control más estricto de este valor.

El efecto óptico que genera un lente oftálmico de acuerdo con la distancia al vértice se explica por medio de la fórmula del poder efectivo:

Fe=F/(1-d (F))

Donde, Fe hace referencia a la potencia percibida por el ojo, F es la potencia nominal del lente (en dioptrías), d representa el cambio de distancia (en metros). Por lo tanto, en lentes positivos al alejarlo del ojo aumenta el poder efectivo y en los negativos al alejarlo disminuye dicho poder. Es decir, variar la distancia al vértice equivale a modificar la corrección, como si se hiper o hipocorrigiera la fórmula final del paciente.

Un ejemplo clínico ilustra su relevancia: un paciente con +10.00 dioptrías refractado a 13 milímetros, pero adaptado finalmente a 16 milímetros, experimenta un aumento efectivo a aproximadamente +10.42 dioptrías. Aunque el cambio parezca pequeño numéricamente, en la experiencia visual puede generar visión borrosa, incomodidad y necesidad de una nueva adaptación.

La medición de la distancia al vértice debe realizarse durante la refracción y consignarse en la prescripción. Para el profesional de la salud visual, comprender y controlar este parámetro no solo optimiza la visión del paciente, sino que previene adaptaciones fallidas, devoluciones y pérdida de confianza. Incluir la medición y ajuste de la distancia al vértice como parte del protocolo clínico refleja una práctica profesional de alta calidad, centrada en la precisión óptica y el bienestar visual. En este sentido, el uso correcto de la reglilla milimetrada es fundamental.

Referencias

– Arango Agudelo, N., Neuta Garcia, K., Gordo Peña, L. (2024). Causes of no adaptation to ophtalmic correction in a sample of patients in Medellín in the period january-august, 2017. UNA MIRADA A., 9(9); 11-18. – Perdomo Ospina, C. (2009). Fundamentos en lentes oftálmicos. Bogotá: Ediciones Unisalle. – Reyes Domínguez, J. F. (2019). Excelencia en el manejo de la óptica y servicio al cliente. Bogotá: Ediciones Unisalle. – Salvadó Arqués, J., & Fransoy Bel, M. (2000). Tecnología óptica. México: Alfaomega.

Jimmy Fernando Reyes D. OD – MSc

Docente Universidad de La Salle

Editor del Área de Lentes Oftálmicos.


 

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