En el contexto actual, donde la imagen personal y la seguridad en uno mismo juegan un papel decisivo en el desarrollo social y emocional de niños y adolescentes, las lentes de contacto emergen como una opción valiosa dentro del arsenal de soluciones ópticas. Así lo explicó el Dr. José Andrés Lay, optómetra peruano-nicaragüense y miembro de yle, en entrevista en IACLE.
Durante el diálogo con el optómetra Aldo Ortiz, el Dr. Lay abordó con claridad cómo el uso de lentes de contacto puede incidir directamente en la autoestima, el rendimiento social e incluso el desempeño deportivo de los pacientes más jóvenes. “Hay niños que llegan a consulta con la mirada baja, evitando el contacto visual. Al cabo de unas semanas usando lentes de contacto, su actitud cambia radicalmente”, afirmó el especialista, compartiendo casos en los que una adaptación exitosa ha transformado la forma en que estos pacientes interactúan con su entorno.
Más allá de la estética, el especialista subrayó la importancia de un enfoque integral que involucre tanto al paciente como a su familia. “Hay que reeducar a los padres. No basta con convencer al niño. El éxito de una adaptación depende también de la disciplina en el cuidado de las lentes y del acompañamiento en casa”, puntualizó.
El Dr. Lay insistió en la necesidad de realizar una evaluación profesional exhaustiva antes de considerar cualquier adaptación, destacando que no todos los niños son candidatos inmediatos. Factores como la madurez, la higiene, el tipo de error refractivo y la motivación personal deben analizarse cuidadosamente.
Asimismo, hizo un llamado a sus colegas optómetras a sentirse seguros y capacitados para recomendar lentes de contacto, siempre que se mantenga un enfoque dual que contemple el uso complementario de gafas y una supervisión continua. “Los lentes de contacto no reemplazan a las gafas; son una herramienta adicional que, bien indicada, puede cambiar la vida de un niño”, concluyó
