El fortalecimiento del rol del optómetra dentro del sistema de salud visual colombiano se ha convertido en uno de los principales desafíos para la profesión. Así lo expresó Juan Gonzalo Arango, director comercial de Organización Santa Lucía y Distribuidora Luze, quien subrayó la importancia de reafirmar la identidad y el valor clínico del optómetra en el contexto actual.
“Uno de los principales retos que consideramos tiene la optometría hoy es posicionarse como un profesional con todas las capacidades dentro de la salud visual de los colombianos. Es importante que entendamos que la profesión es valiosa y que tenemos que engrandecerla día a día para ganar mayor credibilidad dentro del mercado de la salud”, afirmó Arango.
Desde la perspectiva empresarial, la construcción de ese reconocimiento profesional requiere una colaboración bidireccional entre la industria óptica y los profesionales de la visión. Para Arango, las empresas del sector tienen la responsabilidad de proveer oportunidades reales de crecimiento y desarrollo, mientras que los optómetras deben asumir un papel más activo en la consolidación de su prestigio profesional.
“Las soluciones no provienen solo de las empresas. Estas pueden aportar a través de la contratación, la capacitación, el entrenamiento y la entrega de herramientas como equipos y consultorios de alta calidad. Pero también depende del mismo optómetra reconocerse y ocupar el lugar que le corresponde dentro del mercado de la salud visual”, destacó.
Organización Santa Lucía y Distribuidora Luze han mantenido un compromiso constante con la formación y el fortalecimiento del ejercicio profesional, impulsando espacios de actualización técnica y alianzas con instituciones académicas que promueven el desarrollo integral del optómetra.
El enfoque empresarial de ambas organizaciones se centra en brindar infraestructura, tecnología y acompañamiento comercial para potenciar la labor clínica y proyectar una imagen sólida y confiable ante los pacientes. De esta manera, buscan contribuir al posicionamiento de la optometría como una profesión esencial dentro del sistema de salud colombiano.
“Tenemos que seguir construyendo, desde la práctica y desde la educación, una profesión que inspire confianza y que refleje el valor que tiene la optometría para el bienestar visual de las personas”, concluyó Arango.
