¿Hay unas gafas para cada tipo de rostro? ¿Qué monturas favorecen más? ¿Cómo elegir el color para acertar? Son algunas preguntas que su paciente puede hacerle. Por esto, Berta Piriz del Departamento de Compras de Multiópticas, responde a las grandes dudas en la revista www.glamour.es
¿Qué montura elegir según el rostro?
REDONDO: la montura ojo de gato es la que más favorece a este tipo de rostro ya que estiliza las facciones. Asimismo, cualquier gafa angulosa creará el efecto de contraste deseado.
OVALADO: esta morfología acepta cualquier tipo de montura, aunque una en forma de lágrima será la que aporte mayor coherencia al conjunto.
CUADRADO: lo más acertado sería apostar por una montura cuadrada que acompañe a la forma del rostro. Al mismo tiempo, las gafas tipo aviador ayudarán a suavizar las facciones.
TRIANGULAR: una montura fina, metálica o al aire, será una apuesta segura. Si se prefiere el acetato, siempre deberá ser lo menos grueso posible.
¿Qué montura favorece más a rubias? ¿Y a morenas?
Para las chicas con cabello negro, una montura negra es una apuesta segura pero el uso de colores llamativos creará un efecto contrastado muy favorecedor. En cambio, a las rubias le favorecen las monturas en tonos tierra, dorados y, por supuesto, en Carey.
Si tengo los ojos claros me favorecen las gafas…
Si los ojos son de color claro, se puede apostar por una montura que le haga contraste en negro, por ejemplo, ya que realzará la mirada. Eso sí, si la intención es salir de la norma, buscar unas gafas un tono más oscuro que el de los ojos para usar un color de la misma gama del conjunto.
Si tengo los ojos oscuros me favorecen las gafas…
En caso de que los ojos sean oscuros, conviene jugar al contraste con monturas de color llamativo, aunque cualquier tono resultará adecuado.
Un truco de estilismo:
Lo ideal es que el paciente se pruebe las gafas llevando el pelo como suela hacerlo habitualmente, pero lo cierto es que, si un modelo le favorece con el pelo recogido, este puede estar seguro de que llevándolo suelto quedará aún mejor. Eso sí, está claro que llevando la raya en el centro se potencia la simetría (un rostro redondo se verá aún más redondo) y llevándola a un lado jugamos con la asimetría de forma que permite disimular ciertos aspectos de la morfología.
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Imagen tomada de: Photo by Arnaud Mesureur on Unsplash
